(align:"<==")+(box:"X=")[<img src="intro.png"\>]
Es una fría noche en la granja, donde se ubica la casa de la granjera Dino. Todo se remonta específicamente en su dormitorio; helado por la brisa naciente de las montañas que entra a través de las ventanas, donde la dueña culmina una extensa jornada de trabajo rural bajo el sol.
La granjera, treintañera, Dnovara (apodada //"Dino"//) Lirvantsky, refrescada por el viento que ondeaba las cortinas de su habitación y aún bañada de sudor por el agotamiento, reposa sentada en su cama, extendiendo una de sus piernas para realizarse su rutinario pediquiur con pintura. Ella está únicamente vestida con una gruesa bata blanca de lana, y con su sombrero de fieltro que la acompaña a todas partes; convenientemente ahora para resguardar su rojizo cabello despelucado.
La habitación está iluminada únicamente con una lámpara de camping que tiene encima de su mesita nocturna, debido a que ella es demasiado tacaña y no desea pagar por servicios domésticos. Adicionalmente, esa actual soledad es ambientada auditivamente por el sonido de una radio, que al igual que la lámpara, funciona con baterías y reposa sobre el mismo mueble. Dicha radio está transmitiendo una emisora de radionovelas, la cual Dino escucha cada noche como medio de entretenimiento y como una forma para practicar su español.
En estos momentos ella está escuchando el audio de una historia de romance mexicana:
(text-colour:grey)[//- ¡Eres un pendejo Marco! ¡¿Acaso piensas que soy bruta?!
- ¡No es lo que parece Lucía! Tienes que creerme, todo fue por el beneficio de nuestro legado
- ¡¿Creíste que salvarías nuestro legado engañándome con esa lacra?! ¡¿No tuviste en cuenta que ella es la pinche patrona del rancho rival?!
- Oye, escúchame Lucía, por favor...
- ¡IMBÉCIL! - bofetea a Marco dos veces. //]
''Dino:'' //(Refunfuña con grave acento eslavo)// Lucía tiene razón, el Marco es mucho imbécil, mucho cabrón, pinche ese pendejo... //(ahora habla fluidamente)// Did I say it right?
De repente, se escucha un ruido desde la casa de un objeto quebrandose desde la sala de su casa, acompañado de maullidos repetidos y graves, posiblemente provenientes de su gato //Panteri//.
Esto provoca que Dino salte del susto, lo que accidentalmente causa que se raye el pie con el tinte de las uñas, dejando una linea morada de pintura.
''Dino:'' //(Grita unas cuantas groserias en griego y despues habla con su acento eslavo enojada)// ¡¿Qué suceder a Panteri?! ¡Por Dios!
Entonces...
* [[a) Dino ignora el ruido y sigue con su radionovela.]]
* [[b) Dino decide bajar a ver que está pasando.]]
* [[c) Dino primero va a buscar su escopeta en el armario para luego bajar.]]La granjera observa con frustración su tratamiento de uñas echado a perder por una línea de pintura en su pie.
**Dino:** Otra vez Panteri, él está como loco y también está causando desastre. Yo no puedo lograr comprender la razón de su comportamiento. Yo recuerdo darle a él... //(tartamudea por la impotencia)// le di comida al gato hace dos horas atrás. Ada... lso, why am I talking to myself? This looks really weird and dumb. Alright... I better... mejor me mantendré yo escuchando este drama. Estoy mucho... //(su léxico hispano le falla)// muy agotada, va a ser mejor darle una lección a Panteri mañana.
(align:"=><=")+(box:"X=")[//Cinco minutos despues...//]
De repente, la radio pierde señal y empieza a sonar interferencia. La granjera enojada, intenta desesperadamente manipular la radio para cambiar la emisora, sin embargo, todas están con interferencia.
**Dino:** No es posible, la señal funcionaba perfecto en ese lugar... Shit! Mejor tomaré un baño antes de dormir.
Dino se dirige a la puerta abierta del baño que está justo en la pared trasera de su habitación. Ya adentro en el baño, se retira su bata y su sombrero, toma los tres garrafones que tiene al lado de un inodoro portátil y vierte completamente el agua de cada uno en la bañera. Habiendo llenado la bañera lo suficiente, la granjera toma una barra de jabón que está sobre un lavamanos (también portátil) y se mete a la bañera para empezar con su aseo, al ritmo que canta una canción en serbio.
Mientras ella se está bañando, una extraña silueta emerge del inodoro portátil, abriendo lentamente la tapa. Dino no se da cuenta de lo que pasa, ya que está concentrada bañándose mientras canta a ojos cerrados. Lo que sale del inodoro, resulta ser una criatura muy peculiar con un aspecto insectoide de tamaño anormal (equivalente a cuatro zapatos juntos), se asemejaba a una oruga, pero con patas y un exoesqueleto de escorpión (ochi patas, brazos con tenazas y una cola con aguijón). La criatura era de color marrón brillante, parecía una masa viscosa fusionada grotescamente con una estructura ósea blanda, la cual estaba expuesta. Su cabeza carecía de ojos, pero contaba con una mandíbula radial repleta de colmillos en cada circunferencia subyacente, y la boca tenía como labios unos viscosos apéndices.
Aquel fenómeno descendió al suelo sin hacer ruido, y silenciosamente se fue acercando a la bañera con ayuda de sus patas, con pasos rapidos pero delicados. Cuando llegó, empezó a treparse hacia los bordes de la bañera, Dino no se dió cuenta y aún continuaba cantando a ojos cerrados. La criatura ya en el borde, se sumergió al agua, justo al frente de la granjera.
En escasas fracciones de segundo, ella sintió un contacto inusual entre sus piernas, y eso provoco que ella dejara de cantar para después abrir sus ojos del susto y empezar a mover bruscamente todas sus extremidades a son de emergencia. Ella empezó a patalear y a gritar en la bañera, y buscaba una forma de pararse sin hacer contacto con la criatura. Sin embargo, el organismo también reaccionó de forma violenta, y empezó a atacar a Dino con sus tenazas arañando la parte baja del torso y enmedio de la pelvis. Dino grita de profundo dolor cuando es herida en esas zonas, e intenta pararse mientras trata de apartar a la criatura contraatacando con puños y patadas.
Ella por sí sola no logra hacer daño al extraño ser, y este responde también arañando sus pies y escalando las piernas de Dino con unas afiladas garras que salen de sus patas. Mientras la trepa, deja en la piel varias cicatrices profundas; desde los muslos hasta los dedos con varias uñas partidas. La bañera cada vez se va pintando más de rojo cada que Dino trata de zafarse de la criatura, y ya en este punto, toda el agua ya se ha mezclado con la sangre, dejando gotas rojas empapando el viscoso cuerpo del organismo hostil.
Ya estando Dino fuera de la bañera, empieza a saltar y a patalear desesperadamente mientras se cubre bajo la pelvis con las manos. Ella logra zafarse de la criatura, pero esta también logra morder su mano, y, por ende, le arranca dos dedos debido a la fuerza de empuje, lo que provoca que ella agonice aún más de dolor.
La granjera se dirige a la puerta e intentar apartar al fenómeno con patadas rápidas, pero también resulta contraproducente ya que esta la araña y la muerde en el pie. Ella logra salir del baño, a una buena distancia del organismo, pero también muy adolorida y dejando un gran rastro de sangre en el suelo. Dino huye lo más rápido posible de la criatura y logra salir de su dormitorio antes de que dicha anomalía la alcanzase.
Ella agotada y muerta de dolor se sienta en el suelo, con la espalda recostada a la pared del pasillo. Cierra los ojos y aprieta los dientes para aguantar el ardor de las heridas, sobre todo bajo abdomen. Ella abre sus piernas para examinar los daños infligidos, y se queda aterrada al observar el terrible estado de sus partes en medio ellas. Queda tan horrorizada que se cubre la cara y no evita soltar unas lágrimas.
**Dino:** Maldito bastardo... //(solloza)// Me dejaste sin herencia malnacido hijo de...
De repente es interrumpida por un profundo dolor que siente en un costado. Es tan intenso que la obliga a recostarse en posición fetal. Ella intenta buscar el origen su dolor y aparta la mano cuando siente ardor al tocar una de sus costillas. Dino mueve la cabeza para observar, y se topa un profundo hoyo putrefacto abierto en su costado. Al instante, empieza a toser compulsivamente, acompañado de sangre expulsada de su boca. Empieza a sentirse mareada y a experimentar nauseas, de pronto vomita jugos gástricos mezclados con más sangre.
Al ver eso, siente que ha perdido toda esperanza de seguir viviendo. Su ritmo cardiaco va disminuyendo poco a poco, ella se va sintiendo cada vez más cansada y es incapaz de moverse, sus ojos se van adormeciendo y su vista se nubla, a la par de que todavía siente un dolor punzante en el costado, parece provenir de su pulmón. Ella trata de recordar, y se dibuja en su mente una imagen de ella peleando con la criatura y que esta ultima la ataca con su cola a un lado del tórax, logrando penetrar su aguijón.
Solo le queda esperar hasta que todos sus signos vitales culminen, ella siente frío, jadea de cansancio, está adolorida, le cuesta respirar y solo desea dormir de una vez. Antes de que su vista se nuble por completo, ve borrosamente a Panteri andado por el pasillo.
**Dino:** Panteri... Are you...? I'm so sorry //(quiebra en llanto débil)// I can not see... //(su vista se nubla paulatinamente)// no pod... no puedo ver nada más... //(intenta preguntar la ubicación de su madre en griego)//
(text-colour:red)[Finalmente, ella no reacciona más, su piel palidece y sus ojos se ponen blancos. De Panteri emerge una monstruosa mandíbula insectoide y carnosa de su cara, y empieza a devorar el rostro del cuerpo desnudo e inerte de quién una vez fue su dueña.]
**Dino: **¡¿Qué hizo ese gato ahora?!
Dino apaga su radio y agarra su lámpara de camping. Ahora procede a levantarse de su cama, nada más solo para ponerse sus pantuflas de cuero y salir por la puerta de su habitación. Ilumina con su lámpara en mano cada pared del pasillo, buscando alguna novedad desafortunada mientras camina en dirección a la sala.
En poco tiempo llega a la sala, todos sus muebles entre ellos el sofá, los cuadros y las macetas, están en aparente buen estado. Ella gira la cabeza por todos lados, en afán de encontrar a su gato.
**Dino: **Panteriiii! Where are you? Esto no me parece divertido, lo que se rompe cuesta, lo pago con mi trabajo. Every glass object may be expensive. Common! You already know it.
Sin éxito, procede a seguir buscando en el comedor. Para su infortunio, el gato tampoco se encuentra en esa ubicación, sin embargo, cerca de este hay tres puertas cerradas; la de [[la cocina]], [[el sótano]] y [[la salida]]. Ella a pesar de que este dudando la posibilidad de que su gato esté en alguno de esos lugares, se convence a si misma al saber que su gato suele explorar cada rincón de su casa sin supervisión, y por olvido pudo haberlo dejado encerrado en alguna de ellas, lo cual la hace sentir bastante irresponsable por ese hecho.
**Dino:** En la salida hay jarrón de cristal. Podría él estar ahí.**Dino:** Posiblemente pasa algo peligroso, yo debo llevar mi escopeta.
Dino se levanta de su cama, se pone sus pantuflas de cuero y camina hacia su armario. Apenas abre su armario, se queda perpleja y perturbada con lo que acaba de ver.
**Dino:** Pero que caraj...
Dentro del armario, al lado de la escopeta hay una criatura muy peculiar con un aspecto insectoide de tamaño anormal (equivalente a cuatro zapatos juntos), se asemejaba a una oruga, pero con patas y un exoesqueleto de escorpión (ocho patas, brazos con tenazas y una cola con aguijón). La criatura era de color marrón brillante, parecía una masa viscosa fusionada grotescamente con una estructura ósea blanda, la cual estaba expuesta. Su cabeza carecía de ojos, pero contaba con una mandíbula radial repleta de colmillos en cada circunferencia subyacente, y la boca tenía como labios unos viscosos apéndices.
Esta criatura estaba cuidando lo que parecían ser los huevos de sus crías, envueltos en un nido de sustancia mocosa, esta se ubicaba en un estante superior del armario a casi dos metros del suelo. Apenas la invitada sorpresa abrió la puerta de su aquel armario que tomó como su habitad, se tiró sobre la cabeza de la granjera, y empezó a mordisquear y arañar su cara. La granjera gritaba de rabia y dolor, y trató de quitarse a la criatura de encima agarrándola de los costados.
El organismo, durante el ataque, le arranca sus orejas con las tenazas y la picotea con cola en el cuello. A pesar de eso, Dino logra apartar a la criatura y tirarla hacia el suelo a unos cuantos metros. La cara de la granjera quedó desfigurada por las heridas, con su nariz y su boca destrozadas. Llena de rabia, sacó la escopeta de su armario rápidamente y le apunto a la criatura. No obstante, sintió una dolorosa punzada en su cuello.
Cerca de su clavícula, tenía un orificio profundo que estaba pudriendo el interior de su piel bajo el cuello. Ella no sentía ya ninguna de sus extremidades, por dentro estaba muy nerviosa y desesperada. De repente, sentía que se estaba adormeciendo, su garganta y sus fosas nasales ya no le servian para inhalar aire.
La criatura se acercó nuevamente hacia ella, mientras esta última estaba al borde del desmayo. Sus ojos, su nariz y su boca sufrían una hemorragia descontrolada, sus brazos aun sosteniendo la escopeta y sus piernas estaban entumidas, pero no evito que se desmayase al perder inmediatamente la consciencia.
(text-colour:red)[Cuando cayó al suelo, la escopeta se disparó en dirección a la criatura, y los perdigones del cartucho la hicieron volar en pedazos, quedando como solo un amasijo de carne mojada de sangre con fragmentos de exoesqueleto. La escopeta también le dio a Dino; precisamente en el rostro. Los perdigones que también penetraron los sesos de la granjera, solo aceleraron su fatal desenlace.]
Lo primero que le dibuja su vista al entrar al sótano, es una serie de escaleras que guían a un profundo camino inclinado hacia un cuarto totalmente privado de iluminación.
**Dino:** No creo que éste sea un lugar lo suficientemente interesante para un gato...
Ella va bajando las escaleras mientras sostiene firmemente su lámpara, la cual la ayuda a iluminar su inquietante y claustrofóbico camino oscuro. Finalmente logra llegar a la entrada del cuarto, que, a partir de la iluminación, se revela como un almacén de herramientas, con filas de estanterías paralelas entre sí, empolvadas y cajas que contienen todo tipo de herramientas, de las cuales varias se ven oxidadas por el desuso. Dichas filas son continuas hacia el lado derecho. De repente, unas ratas salen bajo la cruzan rápidamente alrededor de sus pies. Ella da un leve salto y gime del susto.
**Dino:** Ugh... es posible que éste... se encuentra aquí por los... nefastos roedores...
La granjera decide explorar fondo del lado derecho, y mientras tanto observar el espacio entre las estanterías para ver si puede encontrar a su gato. En suelo observa que hay varias ratas dirigiéndose a una estantería en específico por el fondo. Aparte de darle una sensación de desagrado, le genera cierta curiosidad por saber que hay en ese espacio explorado por los roedores.
**Dino: ** Me tomaré un buen baño, después de pasar por esta mierda...
Dino se dirige con paso acelerado hacia la estantería asediada, siempre mirando al frente. Cada que se acerca siente un olor muy extraño y desagradable, similar al pescado y a la orina. Cuando llega y voltea a ver, sus ojos no dan crédito a lo que están observando. Un enjambre de ratas rodeando y tratando de consumir una masa orgánica, con contextura viscosa y arrugada. Puede ilustrarse como la imagen de un cerebro podrido gigante, repleto de una especie de carne mocosa. Además, desde cerca emitía un olor nauseabundo.
La granjera quedo impactada y profundamente asqueada al presenciar eso, inmediatamente su cuerpo la forzaba a voltear hacia atrás para no seguir presenciando dicha escena. No obstante, apenas volteó, lo primero que observa es aún más horripilante e inesperado que aquello que observó entre las estanterías.
Una criatura de la misma altura que ella, hace acto de presencia como un organismo insectoide idéntico a una termita, pero con alas enormes, y con las patas traseras levantadas. De forma inmediata, la criatura se abalanza contra la granjera con intenciones hostiles, emitiendo un chillido ensordecedor, acompañado de sus mandíbulas mordelonas. La granjera con escaso tiempo de reacción, levanta sus manos cerradas en forma de puño para cubrir su cabeza y su torso superior.
El organismo logra tirarla al suelo y montarse sobre ella, mientras que la lámpara se cae y termina en un espacio distante que limita el rango de visión de la granjera. Dino hace un esfuerzo con su abdomen para intentar levantarse e intenta retener las patas delanteras de la criatura con la propia fuerza de sus brazos. Sin embargo, la criatura la supera en capacidad física, y mueve violentamente sus extremidades, y con las garras de sus patas deja cortaduras en los brazos de Dino. La granjera con escasas opciones, agarra la criatura del cuello con las dos manos, e intenta estrangularla con todas sus fuerzas, mientras mueve su cabeza por los lados para evitar ser atacada en esa zona. A pesar de que logra apretar el cuello de la criatura por ser de contextura blanda, esta se mueve de forma más violenta, y responde apuñalándola en el ojo izquierdo y el hombro derecho con ambas patas enterradas.
**Dino:** ¡MIS OJOS! ¡MIERDA! ¡NO PUEDO VER NADA!
Dino grita de dolor por el brutal ataque de la criatura. A pesar de haber perdido movilidad en el brazo derecho, ella no se rinde e intenta con la otra mano picarle el ojo a la criatura, lo cual consigue logrando aplastar globo ocular con el pulgar. El organismo ruge de forma aguda, emitiendo un sonido que solo puede compararse con un monstruo de ciencia ficción.
**Dino:** ¡QUÉ HARÁS TÚ HIJO DE PERRA! ¡¿ME PICARÁS TÚ EL OTRO OJO?! ¡MALDITA BESTIA!
Apenas termina de gritar esas palabras, la criatura saca la pata de su hombro derecho y se la entierra en el otro ojo, para después sacar ambas patas simultáneamente. Dino grita de forma agonizante y se retuerce en su lecho, cubriéndose sus sangrantes y ciegos ojos. El ser hostil retrocede y empieza a desgarrar con sus mandíbulas la bata de Dino desde abajo, lo cual la hace enfurecerse aún más.
**Dino:** ¡OYE MALDITO! ¡ALEJATE DE AHÍ ASQUEROSO! ¡QUÍTAME TUS MALDITAS PATAS DE ENCIMA!
Dino trata de alejar a la criatura pataleando a ciegas, sin embargo, la criatura logra retener sus extremidades fracturándolas, lo que provoca que la granjera grite nuevamente de agonía. El organismo termina de abrir la bata, y lanza una fuerte y profunda mordida en el expuesto abdomen de Dino.
(text-colour:red)[Ella se queda sin aliento por el mortífero ataque que recibió, se siente incapaz de moverse. Cuando la criatura empieza a mordisquear su carne y devorar sus entrañas, la granjera empieza a sufrir espasmos y a vomitar sangre boca arriba. Poco a poco se va quedando inconsciente por el insoportable dolor afligido y la disminución su actividad cardio/respiratoria. De un momento a otro, deja reaccionar y no siente como las ratas y la criatura se alimentan todo su cuerpo bajo el tórax, el cual quedó completamente irreconocible.]
Ella sale de su casa, puede sentir la brisa de la noche y observa las instalaciones granjeras en el paisaje, opacadas por la oscuridad total de la noche. Al mirar en los alrededores de la casa encuentra un jarrón roto tirado en el suelo, pero no encuentra a Panteri por ningún lado.
**Dino: **//(mira con desdén el jarrón roto)// Si... creo que estuvo él aquí, y se largó a toda velocidad... al exterior
Nada más frente a ella está [[el establo de sus vacas]] (en el cual posiblemente se encuentren durmiendo), [[la huerta de trigo]], [[el almacén de alimentos]] y el corral pegado al establo. Aunque hay más instalaciones, estas son las más próximas a su ubicación actual.
**Dino:** Mi gato suele vistar a el establo para jugar con mis vaquitas, pero también él tomarse la molestía de ir al huerto para cazar algún roedores... //(está intentando pensar tanto que su español se traba)// no sé... ese gato se come las reservar de soya que dejo en el almacén, pinche pendejoElla entra de nuevo a la casa y saca unas llaves que estaban colgadas cerca a la puerta. Ahora si, sale de su casa camino al establo.
Luego de una cautelosa y medianamente extensa caminata, Dino llega al corral de vacas, cerca al establo. El corral se encuentra totalmente vacío, porque a estas horas las vacas están durmiendo dentro del establo. Solamente están separados por una pared que tiene dos puertas grandes, cerradas por una cadena con candado, pero lo suficientemente abiertas para que pueda caber un animal como un gato.
**Dino:** Seguramente se fue a jugar con mis vaquitas
La granjera mientras cruza el corral, nota una especie de sustancia amarilla pegajosa que está impregnada en el pasto, forma un camino por todo el corral que llega hasta abajo de las puertas. Dino con una expresión de asco, siente intriga por saber el origen de esa sustancia.
**Dino:** Esta noche definitivamente es muy rara
Cuando llega a la entrada del establo, usa las llaves para abrir el candado. Luego, quita las cadenas de encima a abre las puertas agarrando los dos manubrios.
El escenario que se revela adentro del establo la deja totalmente aterrorizada, todas las vacas fuera de sus cubículos, tiradas en el suelo muertas, llenas de heridas graves que parecen haber sido provocadas por un depredador feroz. El suelo está pintado de rojo por los charcos de sangre que emanan de las vacas.
Para Dino, ver a sus animales en ese terrible estado, fue un profundo golpe emocional para ella. La granjera había cuidado de las vacas desde que eran crías, y las amaba como si fuesen parte de su familia. Cuando las vio a todas muertas, ella se derrumbó por dentro, no solamente había perdido la parte más importante de su granja láctea, sino también años de trabajo cuidando y ordeñando a sus vaquitas.
Ella se cubrió la boca para no gritar, pero no pudo contener las lágrimas. Empezó a caminar en línea recta por todo el establo, ella giraba por los lados para ver el cuerpo de cada una de sus vacas. Estaba temblando de miedo y angustia, sintió que había echado toda su vida a perder. Finalmente, llega al último muro al fondo del establo, y se arrodilla frente a sus vacas difuntas, mirando al suelo con sus ojos llorosos.
**Dino:** ¿Dónde estás Panteri? //(solloza)// No quiero perderte a ti también... //(llora desconsoladamente)//
Desde uno de los cubículos, emerge una enorme criatura, de dos veces el tamaño de Dino. Su apariencia se muestra como una grotesca y aterradora combinación entre cucaracha, pulga y garrapata. Su esqueleto estás compuesto de escamas marrón oscuro. Su rostro es tan horrible y aterrador que no parece el de un ser vivo.
Este monstruoso ser se acerca lentamente a la granjera, emitiendo un gruñido bajo pero intimidante. Dino lo observa estando frente a ella, tan solo ver su rostro la hace sentir que ya no tiene salvación, que la naturaleza le ha dado la espalda al dejar que este ser llegara a su vida. Por pura intuición, sabe que esa criatura fue la que asesinó a sus vacas. Ella con valor se seca las lágrimas con sus nudillos y se para frente al organismo, aún con sus piernas temblorosas. La criatura emite un rugido de mayor tono, y el miedo que infunde es tan imponente que ella; a pesar de tener el valor de mirarlo fijamente con una expresión fría, se orina de forma involuntaria.
**Dino:** //(sonrojada de vergüenza piensa)// Me tienes que estar jodiendo...
(text-colour:red)[La criatura hace un movimiento rápido, y de devora la cabeza de la granjera instantáneamente, incluso se escucha el sonido del cráneo fracturándose. La mitad de la cabeza fue separada del cuerpo de Dino, y su rostro quedó irreconocible. La pérdida del cerebro debido al ataque, cesó la mayor parte de todas sus funciones vitales; por lo tanto, todo su organismo cedió. Su cuerpo calló al suelo como una muñeca de trapo, y siguió siendo devorado por la criatura.]
Luego de una cautelosa y medianamente extensa caminata, Dino entra a la huerta de trigo. La vegetación es alta, y le alcanza hasta la mitad del cuerpo.
**Dino:** ¿Cómo se sopone que yo lo encontraré aquí? Ni siquiera se por qué demonios vine aquí, es una idea bastante estúpida. PANTERI!!! COME ON HERE, NOW!!!
De pronto, ella escucha un ruido cercano de movimiento en entre la vegatación, lo que la hacer ponerse alerta. Procede a observar por todos lados y a mover su lámpara. Buscando por el panorama, encuentra pocos metros el tractor de su granja, el cual es de cabina cerrada.
**Dino:** Panteri! Are you there, behind my trac?!
La granjera se acerca poco a poco al tractor. Debido a la oscuridad del camino, debe cuidar bien sus pasos. Ya frente al vehiculo, cuyas puertas están abiertas, ilumina el interior con su lampara, pero no encuentra nada relevante, salvo las llaves del vehiculo.
**Dino:** Es obvio que no está acá...
Continua su busqueda atrás del tractor, sin embargo, lo que encuentra es algo aún más siniestro que la deja en shock. Observa lo que parece ser el cadáver de un robusto campesino local, sentado con la espalda recostada al tractor. Por lo que revela la luz, el cuerpo tiene el rostro completamente irreconocible y posee heridas abiertas de gran tamaño en la parte superior del torso, lograndose ver el hueso atraves de la carne. Dado a que el tejido se ve vivo y la sangre no ha coagulado del todo, se puede intuir que la muerte fue reciente.
La granjera está totalmente desconcertada, desconoce la razón por la que ese campesino entró como intruso a su rancho y el porqué terminó en ese terrible estado. Su irresoluto a su vez es invadido por los nervios de la situación, solo se cubre la boca ante la situación y trata de pensar en qué es lo que debe hacer ahora. Mirá por todos la lados, con la incertudumbre de que hay algo muy peligroso cerca a ella.
**Dino:** //(se dice en su mente sin hacer ruido)// Por Dios, no lo puedo creer... no puede estar pasando... ¡Por qué! Esto tiene que ser una maldita pesadilla... ¿Que debo hacer ahora? ¡Piensa! Oh no... ¡Tengo que buscar a Panteri! pero necesito salir de aquí... ¿Será que conduzco este lento [[tractor]] o... trato de [[huir a pie]] lo más rápido posible?Ella entra de nuevo a la casa y saca unas llaves que estaban colgadas cerca a la puerta. Ahora sí, sale de su casa camino al almacén.
Luego de una cautelosa y medianamente extensa caminata, Dino llega a la entrada del almacén de alimentos. Con las llaves que tiene, abre la cerradura correspondiente de la puerta. Entonces, procede a entrar al almacén, que con ayuda de la luz se muestra un pasadizo repleto de cajas de madera, apiladas una sobre otra con toda clase de vegetales. Ella recorre tranquilamente el pasillo del almacén iluminando todo a su paso.
**Dino:** Panteri! Are you here? Panteri!
Recorre esquina por esquina entre los tumultos de cajas, pero no encuentra ningún rastro de su gato. Cuando pierde toda esperanza de encontrarlo en este lugar, observa un detalle muy notorio en el almacén que la deja desconcertada. Al iluminar una parte del almacén, observa varias cajas vacías tiradas en suelo una sobre otra; adicionalmente, se logra observar marcas de una sustancia pegajosa transparente. Invadida por la curiosidad, decide acercarse a esas cajas. Cuando las observa de frente, encuentra atrás de ellas unos objetos extraños. Son arrugados, blancos y parecen tener forma de huevo.
Dino se queda asqueada y confundida, por lo que retrocede y decide girar hacia tras. Pero con lo que no contó, fue que tras de ella, se manifestaría una criatura del mismo tamaño que ella, pero con aspecto de larva, y erguida como un humano. Cuando volteó a ver quedó en shock al observar al inesperado invitado sobrenatural. Sin que ella tuviese tiempo para reaccionar, la criatura expulsa una baba extremadamente pegajosa de su orificio bocal, que cae en la cara de la granjera. Ella queda segada e incapaz de hablar y respirar debido a la sustancia pegada en su rostro, por lo que trata quitársela desesperadamente con sus manos. No obstante, la criatura la agarra y somete sus extremidades para evitar que es mueva, mientras ella no puede ver nada. Debido a la falta de oxígeno, ella termina inconsciente.
(align:"=><=")+(box:"X=")[//Un tiempo indeterminado despues...//]
La noción del tiempo fue casi inexistente, se sintió que si pasase hace apenas unos segundos. Ella abre los ojos, y lo que ve a su al rededor es lo que menos le aterra de su estado actual. Se da cuenta que sus sentidos ya no funcionan de forma normal. No puede respirar, hablar, oler, saborear, moverse ni tocar. Se siente completamente antinatural, como si no tuviese cuerpo. El espantoso escenario que ven sus ojos, son unas circunstancias infernales, peor que la muerte.
Su cuerpo ha sido tergiversado por completo, ahora es solo una masa abstracta de materia orgánica, conectada por ramificaciones de carne y arterias enormes, órganos expuestos que cumplen ciertos roles en su entorno, todo concentrado en un espacio determinado. Es similar a un hongo, solo que con ojos y oídos hipersensibles. No posee articulaciones ni tampoco puede desplazarse.
El lugar en el que está es como el interior de una colmena gigante de seres insectoides, idénticos a las termitas y a sus larvas. En algunos segmentos, se logra apreciar con estos manipulan grotescamente los cuerpos de otros organismos, alterándolos a su antojo. Ellos crean especies fusionadas físicamente, y a algunas les cambian su estructura física por completo para cumplir otros roles. El proceso es simplemente repugnante a la vista, es como si se realizasen trasplantes utilizando materia orgánica y fluidos corporales en vez de instrumentos de laboratorio.
El rol que cumple la forma actual de dino en ser alimentada con los desechos de las criaturas (sea basura orgánica o heces). Ella puede sentir el sabor de todo lo que la obligan a inferir de forma poco ortodoxa, ella no posee una boca para masticar ni tragar, ella solo tiene un ducto orgánico con papilas gustativas, que transportan los nutrientes a otros órganos interconectados para realizar el metabolismo de los desechos.
Otra función que tiene ella es ser ordeñada por medio de una ramificación que contiene decenas de glándulas con decenas de urbes en cada una. Las glándulas catalizan los nutrientes ingeridos y secretan una especie de sustancia similar a la miel que almacenan las criaturas para su posterior consumo. Ella puede sentirlo todo, y es doloroso. Puede sentir cada tacto, cada rozamiento, pero es incapaz de reaccionar con movimiento alguno.
Incluso puede escuchar los sonidos de las criaturas con una sensibilidad dolorosa y a una frecuencia ensordecedora para el oído humano. Sus ojos no tien tienen glandulas lagrimales, no puede llorar por aquello que le inflinje dolor, en cambio, este se libera en forma de miel en su ubres. Por lo tanto, cuanto más sufre ella, más produce para la colonia.
(text-colour:green)[Así serán los días por el resto de su vida, usada como una maquina viva, en una granja orgánica. Será incapaz de envejecer gracias a su inagotable suministro. Ordeñada como una vaca, una vaca que es tratada como medio de producción y no como un ser consciente. Condenada a servir como un inodoro viviente autotrofo.]Dino abre las puertas de la cabina y se monta en el tractor, gira las llaves pegadas al cilindro de bloqueo y logra encender el motor. Configura la palanca de cambio y pisa el pedal para poner en marcha su vehículo, y con ayuda del volante lo guía en dirección a su casa.
A pesar de que el coche ande lento, la granjera siente ahora más seguridad al estar protegida dentro de la cabina. En el paso se escuchan sonidos de crujidos y salpicaduras, aunque Dino no le toma mucha importancia y cree que simplemente son algunas ramas en pequeños pozos de fango.
El breve viaje duró unos 5 minutos, y ya con el vehículo estacionado cerca a su casa decide agarrar su lámpara y bajarse. Cuando desciende, nota algo extraño en las ruedas del tractor; de lo que logra iluminar, estas parecen estar manchadas de sangre y pedazos de materia orgánica viva. Este detalle la deja desconcertada.
**Dino:** Algo muy raro está pasando...
Ella procede a caminar hacia la entrada de su casa, pero de forma inesperada aparece su gato saliendo de la puerta. Dino siente un gran alivio al ver a su gato aparentemente sano y salvo, por lo que apaga su lámpara y corre hacia él eufórica.
**Dino:** Panteri! You're fine! Please, come to me, quickly! //(respira agitadamente mientras corre)// Don't worry, I'll forgive you for the jar. ¡Pero debemos escapar ahora!
Dino llega a lo suficientemente cerca de la entrada, pero el gato solo se queda mirándola fijamente, su falta de actividad es antinatural para ella.
**Dino:** Panteri...?
De Panteri emerge una monstruosa mandíbula insectoide y carnosa de su cara, emitiendo un chillido comparable al de un monstruo de ciencia ficción. La granjera se queda completamente horrorizada, se da cuenta que aquel ser al que apreciaba como un hijo suyo ya no era el mismo. Ella retrocede paulatinamente, pero es tanta lo conmoción que empieza a quebrar en llanto.
**Dino:** //(dice en su mente con la boca tapada)// No no no no no... esto debe ser una maldita pesadilla, esto no es real, no es real, no es real //(solloza)// no puede estar pasando ¡Por qué me pasa esto!
El gato empieza a perseguirla, pero ella huye a toda velocidad. Su cabeza siente todo tipo de emociones en este momento, es difícil plantearse una idea sensata de lo que está pasando. Invadida por la angustia, el temor y la confusión, solo se enfoca en buscar una salida mientras corre sin ningún rumbo. El gato mutado logra alcanzar y salta hacia ella, pero Dino responde golpeándolo con la lámpara. El golpe tira a la criatura al suelo, le hace brotar sangre de su mandíbula debido al golpe.
Aprovechando que está tirado en el suelo, Dino arremete contra el gato golpeándolo con su lámpara. Cada golpe que le propina es una mascota representa un duro golpe emocional para ella, no es fácil estar obligada a atentar contra su gato, aunque este haya sido suplantado por un monstruo que posiblemente acabó con su vida. Ella se mantiene firme azotando su lámpara, pero en su rostro se nota una tristeza profunda mezclada con ira, miedo e impotencia.
Cuando ya el cuerpo mutado de Panteri no es nada más que un amasijo ensangrentado de huesos y carne, Dino se arrodilla exhausta frente a él, y llora desconsoladamente, con el rostro sus manos manchadas de sangre.
**Dino:** I'm so sorry //(solloza)// forgive me, please... No fue tu culpa, no fue tu culpa //(no puede contener las lágrimas)//
La granje mira hacia el cielo y emite un dolido gutural. Los ruidos atrajeron a unas criaturas extrañas que emergen de la huerta de trigo, cuyas siluetas poseen forma de termitas, pero en tamaño de humano. Al ver a las criaturas insectoides, ella se levanta inmediatamente con su lámpara apagada en mano y corre hacia los lugares boscosos de su granja. Los organismos la persiguen, a algunos de ellos les salen alas y empiezan a volar.
Ella encuentra un terreno cercano lleno de árboles, y se oculta entre ellos. Los fenómenos que están en el aire sobre vuelan el bosque y aterrizan trepado en los árboles. Dino se esconde agachada entre los arbustos, y haciendo el menor ruido posible, llena su cuerpo de tierra y lodo.
**Dino:** //(piensa en silencio)// Carajo, creo que me dará una fea infección.
Las criaturas recorren el bosque entre las ramas y el suelo. Algunas que descienden, pasan justo al lado de su escondite, pero no lo logran encontrarla. Cada momento en el que no encuentre ninguna criatura custodiando el lugar, la granjera se escabulle cautelosamente entre los arbustos, y se detiene cada que se encuentra con al menos uno de esos organismos hostiles. Según lo que observa ella, tales seres efectivamente son idénticos a las termitas, por lo decide ponerle el nombre de "termis", para no tener que referirse a ellas con genéricos nombres de monstruo, ser, organismo, criatura y entre otros.
En una ocasión, mientras se estaba ocultando de dos termis que vigilaban al frente de ella, una víbora cascabel pasa por encima de su cuerpo. Dino al darse cuenta, trató de quedarse lo más quieta posible. La víbora no se apartaba de ahí y seguía recorriendo su espalda y su cabeza, ella nomás cerraba los y respiraba poco a poco. Cuando la víbora se apartó de ella, se dirigió de inmediato donde las termis. Cuando la serpiente hizo su sonido de cascabel, estas dos se dieron cuenta y la serpiente rápidamente atacó a una de ellas, mordiéndola en el abdomen.
La mordida probocó que la termi se comportase de forma violenta y atacase a su compañera, sin embargo, la otra reaccionó y con sus patas delanteras bloqueo los ataques, para despues arremeter con mordidas fatales en el cuello, hasta que logra decapitarlo. Las otras termis se dieron cuenta de lo que sucedió, lo confundieron con un acto de traición y decidieron abalanzarse a atacar a la termi vencedora. Dino aprovechó el momento y huyó rapidamente de la escena, cruzando por los arboles como zig zag. Desde lejos se veían como las termis en conjunto descuartizan brutalmente a la supuesta traidora, con la serpiente participando en este macabro acto mordiendo a algunas.
Ella recorre lo más profundo de bosque, pero se encuentra con la cerca de malla que limita su granja. Ahora solo tiene dos caminos para elegir, continuar por la [[izquierda]] o por la [[derecha]].Dino empieza a correr con todas sus ganas en dirección a su casa, su respiración es agitada y no puede darse la molestia de ver algún otro detalle en el campo. Esta despreocupación causada por el miedo y la desesperación, le jugaron una mala pasada unos pasos más adelante.
Cuando parecía estar a la mitad del camino, lo que parecía mordisco en su tobillo la hizo tropezar y caerse.
**Dino:** ¡Ouch! ¡Mi pie!
Unas extrañas siluetas se acercaban hacia ella a través de la vegetación alta, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban todas encima de la granjera. Son criaturas con aspecto insectoide de tamaño anormal (equivalente a cuatro zapatos juntos), se asemejaban a una oruga, pero con patas y un exoesqueleto de escorpión (ocho patas, brazos con tenazas y una cola con aguijón). Las criaturas eran de color marrón brillante, parecían una masa viscosa fusionada grotescamente con una estructura ósea blanda, la cual estaba expuesta. Sus cabezas carecían de ojos, pero contaban con una mandíbula radial repleta de colmillos en cada circunferencia subyacente, y sus bocas tenían como labios unos viscosos apéndices.
La granjera trataba de apartar a las criaturas de su cuerpo moviendo sus brazos y sus piernas, pero estas se aferraban a ella por medio de mordiscos en su piel. Ella se quejaba por el dolor de las mordeduras, mientras se sacudía y rodaba sobre la tierra como medida desesperada. Los organismos tenían una gran fuerza, y a ella se le dificultaba la movilidad para levantarse debido a eso.
(text-colour:red)[Las criaturas empezaron a pincharla con sus aguijones en todas partes, y Dino empezó a gritar de la desesperación. Luego de recibir las picaduras, ella empezó a presentar síntomas de parálisis en sus extremidades y malestar, incluso le costaba respirar. Tampoco ayudó el hecho de que los seres se estaban metiendo debajo de su bata, empezando a devorar las partes desprotegidas. Las circunstancias fueron agonizantes a más no poder, hasta que finalmente dejó de reaccionar.](text-colour:red)[Mientras corre entre los árboles, accidentalmente se tropieza con un cúmulo de rocas, provocando que se caiga. Su cabeza se golpea bruscamente con una roca grande de esquinas puntiagudas, dejando un rastro de sangre al apartarse y descender seguidamente al suelo. Sufre una contusión craneoencefálica en una zona crítica, y le provoca una suerte súbita. Tres minutos después, su cadáver es encontrado por los termis, para posteriormente ser devorada en conjunto.]